En estos tiempos arremolinados de divisiones y confusión hay, al menos, un sentir común;
la in-certidumbre.
Nos encontramos ante una realidad que ya no es in-dudable.
Admitámoslo: es hora de rendirnos a la duda.
Pero es nuestra responsabilidad si quedarnos en la duda paralizante donde el miedo nos coloca o, si por el contrario, elegir la duda filosófica, la duda activa que nos convierte en personas confiadas buscadoras de nuestra felicidad. Pasar de víctimas a creadores.
La humanidad está de mudanza. Y toda mudanza es una excelente oportunidad para hacer limpieza y descartar aquello que no sirve, que nos lastra. Dejar espacio a lo nuevo que está por venir.
Dejemos de consumir aquello que no sea imprescindible (la mayor parte). Soltemos relaciones que nos resulten tóxicas o no nos ayudan a crecer. No reguemos creencias o pensamientos limitantes que nos encierran.
Es hora de abrir la puerta y salir con el petate en búsqueda de nuevos valores, nuevas formas de relacionarnos, de habitar este planeta desde lo auténtico. Y para ello necesitamos que el YO vuelva a ser NOSOTROS.
Asumamos nuestra vulnerabilidad. El individualismo cae caduco; quizá sea hora ya de volver a ser una SOCIEDAD MÁS HUMANA.
El mundo está en pleno período de transformación y esta generando un intenso movimiento a favor, en contra y con las resistencias del que también no sabe, no contesta.
El alto grado de informaciones que se vuelcan en los medios de comunicación, en las redes sociales, en los chats de grupos etc esta repleto de argumentos a favor y en contra de lo que sea: medidas de seguridad sanitaria, medidas políticas, artículos con evidencia científica que se contradicen entre sí, opinólogos e influencers con criterios dispares...
En resumen, fractura social. Cada uno se alinea en un lado u otro según su experiencia, sus creencias, su intuición y cierra sus barreras a una comprensión de la realidad mucho más compleja donde puede que todos tengamos nuestra parte de razón o ninguna en absoluto.
Personalmente queremos mirar más allá, no limitarnos a una realidad castrante y auto limitada, donde no tengamos más recursos que los impuestos externamente. Somos firmes defensores de la fortaleza del ser humano y de la capacidad creadora y transformadora de una sociedad sin fisuras.
Para ello apostamos por un cambio de visión y comprensión de lo que somos y de nuestro propósito como individuos y como sociedad.
¿Qué está en nuestra mano cambiar? Que recursos están a nuestra disposición? ¿Qué cambios podemos llevar a cabo enfocados a nuestra salud y la de nuestro entorno? Influyen nuestras emociones?, como podemos relacionarnos con los demás de una manera respetuosa y cálida?. Todas estas preguntas nos mueven a ofrecer una realidad más abierta y menos condicionada para salir de una dimensión tan confusa como dolorosa.
Proponemos un punto de encuentro para todos aquellos dispuestos a ser parte de la solución, basándonos en el respeto y la confianza.
Comienza un largo camino donde dejaremos atrás lo que ya no nos es necesario mantener y donde adquiriremos lo que es una necesidad para nuestro desarrollo integral como personas en un plano físico, psicoemocional y social.
Y ahora que todo parece
estar sentenciado, ahora que parece que todo el pescado está vendido… ahora ¿qué podemos hacer?
¡Despertar! Por
supuesto. Ya ha pasado el tiempo de la queja, ya ha pasado el tiempo del susto
confinado, que tanto nos ha dividido, así pues ¡ya ha llegado el tiempo de los
corazones valientes!
El ser humano se
encuentra a las puertas de sí mismo, se enfrenta al reto de su propia
coherencia y mirarse a los ojos buscar en su alma. Seguir a la masa le ha
llevado al gregarismo inconsciente.
¿Tienes miedo, te
sientes perdido/a? es tan normal como tu derecho a la vida, a las emociones, al
tacto y las demás personas. Y sólo el equilibrio sano de fuerzas entre salud y
enfermedad deben determinar su evolución.
Ahora te proponemos
aquí un lugar, un espacio donde volcar tus inquietudes, encontrar tus
respuestas, plantear tus dudas, pero, sobre todo moverte por la COHERENCIA.
¿Te apuntas?
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