EL SER HUMANO Y LAS ENERGÍAS
SALUD EN TIEMPOS REVUELTOS
A nadie le sorprende a estas alturas de nuestra vida que alguien afirme que el ser humano es un compendio de sistemas energéticos.
Pocas personas se plantean si han dormido ocho horas, se cuidan con una alimentación saludable y gestionan su tiempo y su nivel de estrés de una manera adecuada, por qué se sienten tan cansados, como que no remontan y van para el arrastre la mayor parte del tiempo.
Hay muchos motivos por los cuales pueden ocurrir estas situaciones como infecciones reactivadas por virus lentos, una microbiota algo desequilibrada, sobre todo en su parte más neuroactiva, algún desequilibrio hormonal, una sobrecarga hepática por polifármacos, radiaciones externas etc, pero lo que os vengo a contar hoy es algo diferente pero tan importante como lo que acabo de describir.
Se han descrito diferentes cuerpos energéticos que conforman el plano más inferior del ser humano, muy importantes para el estado de salud o enfermedad de cualquiera de nosotros.
El CUERPO FÍSICO es el que todos conocemos, es nuestra frontera más densa con nuestro mundo exterior. Conocemos su funcionamiento y es el vehículo por el cual nos movemos en la vida.
Conocer las necesidades de nuestro cuerpo es muy importante, porque el cuerpo habla, nos manda señales y sólo si sabemos reconocerlas podremos hacer un buen mantenimiento del mismo. Esto se denomina conciencia somatosensorial… hay personas que no ponen ninguna atención a estas señales, no saben definir su malestar o no conocen la manera de reaccionar su cuerpo ante un estímulo que les avisa de que siente miedo, placer o enfado, solo conocen una sensación de malestar, de incomodidad y les sorprende el confirmar que no tienen ni idea de definir la posible causa o su descripción cuando alguien les pregunta en una consulta… el consabido “no se” que desespera a cualquier terapeuta.
Lo que está claro es que como vehículo que nos mueve en el mundo externo a nosotros es fundamental cuidarlo y comprenderlo, en la inmensa mayoría de las culturas se denomina como el “templo del espíritu” y en efecto, así es.
La parte más elevada de nosotros mismos precisa habitar para su desarrollo en un medio amoroso y cuidado, así que pensad en la importancia de la correcta alimentación, el ejercicio, el evitar el consumo de sustancias tóxicas y exponer al cuerpo a actividades o elementos perjudiciales.
Es muy frecuente en nuestro vocabulario el decir “estoy sin energía”, “me he quedado sin batería” o “estoy fundido” exactamente como hablaríamos de nuestro teléfono móvil.
La mayoría achacamos esto a un metabolismo deficiente o agotado como que hemos agotado las reservas, no hemos descansado bien o estamos convalecientes recuperando nuestra salud.
Y TÚ ¿QUÉ OPINAS?
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