RE-CORDIS

Si pudiéramos recordar…


Escuchando al prójimo con empatía nuestro corazón resuena, expandiéndose y arrojando luz a aquellos lugares que dejamos en la oscuridad.


La ERA está pariendo un corazón y como en todo parto hay dolor, y puede haber miedo. Pero también hay fuerza, y una profunda conexión con nuestro origen, nuestro por qué en la existencia.


Abre tu conciencia y expande tu ser para recibirlo.
Necesitarás ayuda, la ayuda de los demás, los que son tú, como tú eres ellos.
No somos un peligro para el otro.
Somos UNO, con el TODO.


¿Recuerdas?

A CONTRALUZ

 A CONTRALUZ

A CONTRALUZ




Hay algo en las puestas de sol que nos embelesa, algo que merece nuestra contemplación y asombro. Tal vez por ser el preámbulo de la llegada de la noche, tal vez por recordarnos que nuestras vidas son ciclos donde siempre hay transformación.

Al presenciar el ocaso tomamos conciencia del giro terrestre, ampliamos la concepción de los límites, que van más allá de un espacio o un tiempo que nos son propios, pasando a abarcar una parcela de Universo. Y puede que sintamos cierta nostalgia de ese sol que marcha hacia otros territorios, esperando su regreso tras la noche.

Hace unos días, al tomar esta fotografía, viendo a contraluz a esas personas posadas en el limbo de un risco tuve una fugaz revelación: la especie humana se encuentra en este momento entre la luz y la sombra como la imagen, en el filo de una gran transformación, observando expectante el cambio que, aunque nos sumerja en la oscuridad temporal, nos traiga el alumbramiento de una nueva humanidad.

Estamos viviendo un impactante punto de inflexión en la curva de nuestras vidas. Ser y estar en coherencia con nuestra propia esencia y nuestro entorno, escuchar nuestros ritmos internos, nuestras necesidades físico-emocionales, o cuidar de nuestra salud empiezan a protagonizar la lista de intenciones.
Nuestra vibración aumenta exponencialmente en frecuencia y pureza.

Es por todo esto que quisiera compartir contigo que lees, que el miedo no ha de tener cabida entre nosotras, personas en crecimiento y transformación.

Nos adentramos en la sombra de lo desconocido, pero siempre habrá un sol que ilumine lo nuevo, pues es ley universal que la vida se abra paso, en cualquier circunstancia.
Parecerá por momentos que todo se derrumbe, pero no será así, ni mucho menos.

Cuidemos (con confianza y creatividad) nuestra salud, nuestros afectos, y sobre todo nuestros actos y pensamientos, que han de ser claros y coherentes pues ellos configuran el prisma por el que ha de atravesar la nueva luz de la transformación.
Expandamos la mirada y el corazón.

Y no olvidemos de regar cada día con nuestra más generosa sonrisa.
Paz y amor.

Zaida Sastre Melero
Médica, Acupuntora

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