RE-CORDIS

Si pudiéramos recordar…


Escuchando al prójimo con empatía nuestro corazón resuena, expandiéndose y arrojando luz a aquellos lugares que dejamos en la oscuridad.


La ERA está pariendo un corazón y como en todo parto hay dolor, y puede haber miedo. Pero también hay fuerza, y una profunda conexión con nuestro origen, nuestro por qué en la existencia.


Abre tu conciencia y expande tu ser para recibirlo.
Necesitarás ayuda, la ayuda de los demás, los que son tú, como tú eres ellos.
No somos un peligro para el otro.
Somos UNO, con el TODO.


¿Recuerdas?

COHERENCIA CARDIACA

 

Hoy os vamos a hablar de algo que tiene mucha trayectoria científica pero aún escasa aplicación práctica a nivel de la calle.



Por todos es conocido que en nuestro cerebro hay neuronas, pero algunos menos conocen que durante el desarrollo embrionario el primer lugar donde se desarrollan las mismas es en intestino y luego en el corazón, de ahí en muchas culturas y disciplinas como el Eneagrama, la clasificación de los diferentes centros que nos rigen:

-          Visceral (intestino)

-          Emocional (corazón)

-          Mental (cerebral)

Quiere decirse que hay una correlación directa entre ambas y una interrelación muy estrecha porque cada centro con sus peculiaridades comparte con el resto el sistema nervioso. Podríamos decir que:

-          El centro visceral es el que está, vive el momento presente.

-          El centro emocional es el que siente, en ocasiones vive o se remite al pasado recordando (Re- Cordis: volver al corazón o recordar).

-          El centro mental es que razona más analíticamente, tiende a vivir en el futuro planificando.

Pue bien, podríamos pensar que el centro más potente con diferencia sería el mental, ¿verdad?, es el que nos rige la mayor parte del tiempo, con el que pensamos, analizamos, calculamos, anticipamos, solucionamos etc. Aún siendo un centro importante, el que realmente nos permite mantener un óptimo estado de salud es el CORAZÓN… éste no solo es una bomba eyectiva de sangre, su distribución nerviosa se rige por el sistema nervioso autónomo y su baile particular entre calma/excitación dependiente del parasimpático y el simpático determina la armonía del conjunto del sistema nervioso en COHERENCIA o INCOHERENCIA.



Estar en coherencia no significa estar meditando en rollo zen, esta coherencia viene determinada por una armonía entre el simpático, que se asocia con la alerta, la concentración, la energía vigil o la hiperexcitación y el parasimpático, relacionado con la calma, la relajación o la falta de batería.

Estar en coherencia significa que estemos haciendo lo que estemos haciendo, no hay lucha entre ambos, si predomina uno de ellos es de una manera adaptada al momento, por ejemplo, si tengo que defender un proyecto académico, me interesa estar despierto, rápido de mente, activo, pero no hiperexcitado o si voy a hacer mi meditación necesito estar calmado, tranquilo, pero no en modo ahorro energético o dormido. En ambos casos estaríamos en coherencia.

Otra cosa es defender mi proyecto desde la incoherencia, hiperexcitado pero en lucha conmigo mismo intentando calmarme, cosa que consigo de manera muy parcial pero más que en una danza armónica, se realiza en un tira y afloja brusco.

Ocurre lo mismo si quiero meditar, pero en vez de calmado estoy extenuado y tengo que luchar contra el sueño, intentando activarme en una secuencia disarmónica.



Se trabaja la coherencia desde los tres centros de manera indirecta a través de la visualización, la respiración y la conciencia somatosensorial del cuerpo, permitiendo con su práctica una mejor toma de decisiones, una fluidez emocional donde no se enquistan las emociones desadaptativas o las que ya no nos hacen ningún bien porque ya están fuera de contexto y disminuye a nivel corporal la tensión muscular y el posible dolor visceral subyacente.

A través de la coherencia cardíaca podemos aprender a conocernos, a mejorar nuestros mecanismos de respuesta frente a estímulos internos o externos (como puede ser el dolor en una enfermedad crónica o el manejo de situaciones estresantes) y sobre todo nuestra relación con los demás… que maravilloso sería darnos cuenta que lo que mejoremos en la relación con los otros es una inversión enriquecedora hacia nosotros mismos, por ejemplo, si aprendo a armonizarme conmigo y contigo, tu armonía repercutirá favorablemente también en mi y seré doblemente armonizado.

Como dijo Alejandro Jodorowski: “Lo que doy, me lo doy. Lo que no me doy, me lo quito”.

 

Os recomiendo para profundizar en el tema:

https://asymi.es/evento/webinar-asymi-coherencia-cardiaca-con-sergio-mejia-viana/

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